Una temporada de MVP que quedará sin premio físico. Así está siendo el año de Stephen Curry, quien lejos de contagiarse por los problemas de los Warriors y dejarse llevar, ha redoblado esfuerzos hasta firmar un mes de abril histórico (récord de triples) al que quiere dar continuidad hasta que no resten partidos por jugar.
En la noche del lunes, en Luisiana, su baloncesto volvió a brillar por encima del resto. Se dice mucho, pero nunca sobra: qué bueno es. Contra los Pelicans fueron 41 puntos (8 de 18 en triples) y 8 asistencias para allanar el camino hacia un triunfo que prácticamente les certifica como equipo de pla-in (tienen ahora 4 partidos de renta justo con New Orleans).
Bajo su batuta, los Warriors siguen a flote. Su energía y dedicación son guía de un equipo que suena a amenaza para cualquiera que deba batirlos a un solo partido, sobre todo si el resto del conjunto se enchufa. Contra NOLA Andrew Wiggins tuvo una buena noche con 26 puntos. También notable fue la actuación de Draymond Green: triple-doble de 10 puntos, 13 rebotes y 15 asistencias.
“Es sólo una cuestión de permanecer en este buen momento, disfrutar de lo que puedo hacer, tener la máxima confianza en lo que puedo hacer en la cancha y simplemente disfrutar del desafío porque sé que tengo que jugar bien para que podamos ser quienes queremos ser este año. Estamos intentando conseguir que esta temporada signifique algo en la recta final”, analiza Curry.
Lo cierto es que anoche dominaron por completo a su rival. En el primer cuarto lograron una renta de 18 puntos y desde entonces supieron manejarla para mantenerse en cabeza el resto del encuentro. Es justo esa regularidad (incluso en un mismo partido) de la que han adolecido en gran parte del curso.
Los Pelicans dicen casi adiós
New Orleans puede ser la decepción de la temporada. Nuevo entrenador con Stan Van Gundy, Zion Williamson sin problemas físicos, un acompañamiento que no sonaba mal… Había ingredientes para pensar que al menos pelearían. No ha sido así. La derrota contra Warriors les deja muy tocados. Necesitan ganar casi todo lo que les queda y esperar fallos de quienes le preceden (San Antonio está a dos partidos y medio).
“El juego se decidió básicamente en el primer cuarto. Es frustrante en un gran partido como este salir en el primer cuarto y jugar tan mal como lo hicimos nosotros”, comenta el head coach de los Pelicans.
En cuanto a las actuaciones individuales, quien no faltó a su cita con los grandes números fue Zion Williamson. En esta ocasión fueron 32 puntos y 8 rebotes. Le faltó ayuda. Brandon Ingram, su escudero, se quedó en 19 tantos. El 5 de 25 que firmaron en triples tampoco les facilitó las cosas.
Fuente: nbamaniacs.com
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