Como consecuencia inesperada del aplazamiento de los Juegos de Tokio a 2021, el Tour de Francia de ciclismo debe cambiar las fechas de su inicio, o Grand Départ, como es conocido en el país galo, previsto el año próximo en Copenhague, y se ve obligado a pensar en un plan «B», Bretaña.
«¡El Tour de 2021 podría partir de Bretaña!», titula ya en primera página el diario regional bretón Le Télégramme, citando fuentes entre los organizadores (ASO) y la autoridad regional.
Un nudo gordiano
«No es posible», respondió el presidente del COI, Thomas Bach, a la hipótesis de modificar el calendario de las pruebas de los Juegos.
La carrera en ruta está prevista por tanto el 24 de julio, la víspera de la llegada del Tour de Francia, eje central de la temporada ciclista. Ante la elección que se impondría a los mejores corredores del mundo, en su mayoría obligados a no disputar la cita olímpica, la Unión Ciclista Internacional (UCI), reina del calendario, solo puede avanzar las fechas del Tour una semana.
El calendario de la temporada de 2021 solo será ratificado a finales de septiembre, con ocasión del Mundial de Martigny (Suiza).
Pero, para la muy ciclista ciudad de Copenhague, que debe albergar por primera vez el Grand Départ del Tour, el avance de una semana, al último fin de semana de junio, es imposible.
La capital danesa estará tomada por los partidos de la Eurocopa de fútbol, también reprogramada debido a la pandemia del coronavirus. «El cambio de fecha conllevaría problemas jurídicos insuperables entre la ciudad de Copenhague, la federación danesa de fútbol y la UEFA», confirmó al diario BT el alcalde de Copenhague, Frank Jensen.
A finales de junio, el alcalde había respondido con antelación a ASO en una carta publicada en BT: «En nombre de los patrocinadores del Grand Départ danés, debo informar que no es una solución realista aplazar la fecha una semana». La cohabitación de dos eventos de esta amplitud plantea problemas, ligados a transportes, seguridad y hoteles, principalmente.
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