EL ATLETA, EFE.- T.J. Warren fue toda una pesadilla para los 76ers de Filadelfia en la tercera jornada de la NBA tras la reanudación en Orlando. Un día después de que James Harden regresara a lo grande con 49 puntos ante Dallas, el alero de los Pacers de Indiana destrozó todos los pronósticos al anotar con 53 tantos en la victoria de su equipo 127-121 este sábado.
Los 53 puntos de Warreen son una cifra especialmente remarcable si tenemos en cuenta que nunca antes había anotado más de 40 puntos en sus seis años de carrera. Su carta de tiro registró un 20 de 29 en tiros de campo, incluidos 9 triples en 12 intentos y solo cuatro tiros libres. Así, Warren se convirtió en uno de los tres jugadores de la NBA en anotar al menos 50 puntos con menos de cinco intentos de tiros libres desde 2010. ¿Los otros dos? Stephen Curry y Klay Thompson.
Pese al carácter excepcional de su actuación, sus compañeros no se mostraron especialmente sorprendidos. “Si conoces a T.J. Warren sabes que es un killer, así que no me sorprende”, afirmó Aaron Holiday. “Tan solo tuvimos que alimentar su muñeca. Estaba on fire.”
Con la palabra ‘Justice’ sustituyendo a su apellido en la parte posterior de su camiseta como parte de la lucha por la justicia social, Warren se mostró especialmente inspirado desde el perímetro. Sus nueve triples igualan el récord de franquicia que estaba en manos de Paul George, quien, precisamente, anotó ocho esta madrugada ante los Pelicans. Además, su aportación fue fundamental para superar el déficit de diez puntos con el que los Pacers se adentraron en un último cuarto en el que despegaron con 46 tantos.
“T.J. Warren ha estado anotando toda su vida. Desde sus días en la AAU hasta NC State”, afirmó su compañero Victor Oladipo. “Ha sido un gran anotador desde que lo conozco. Nació para anotar, así que lo que hizo esta noche no es una sorpresa para ninguno de nosotros. Fue increíble verlo. Es genial tener a un tipo como él en nuestro equipo.”
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